LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN
“Dispuesto estaba a exterminarlos, si no es porque Moisés, su elegido, se mantuvo en la brecha en su presencia, para apartar su furor de destruirlos” (Sal 106,23).
Interceder o llevar a cabo una intercesión, en sentido general, consiste en ponerse a favor de alguien que tiene una necesidad, que padece un problema, que corre algún peligro o que está bajo la amenaza de sufrir un castigo. El intercesor, que no posee los medios suficientes por sí mismo para salvar a la otra persona, agota todas las posibilidades, implorando la ayuda de un tercero, alguien que sí posee los medios o está en situación de poder ayudar a la solución de los problemas de quien tiene la necesidad.
Por tanto, la intercesión es una labor de mediación entre un necesitado y un rico, entre un indefenso y un poderoso, entre un reo y un juez, entre un subordinado y un jefe. Es una tarea difícil y complicada, pues no suele ser fácil conseguir el favor de los poderosos, y además es una tarea ingrata, pues el que intercede no suele sacar ningún beneficio personal de su intervención, al contrario: se complica la vida, tiene que rebajarse, arriesga su prestigio, compromete su influencia ante aquel de quien solicita el favor, e incluso puede llegar a ser rechazado, despreciado, perseguido y salir mal parado por ponerse del lado del débil.
Necesidad de intercesión hay mucha, casi tanta como problemas o males hay en el mundo, que no son pocos; los que no son tan abundantes son los intercesores, pues es difícil encontrar a quienes quieran realizar esa función.
Pero aquí no vamos a hablar de cualquier intercesión, sino de una muy particular, la más importante que se pueda realizar: aquella que pretende alcanzar a Dios, es decir, la intercesión que se lleva a cabo ante el más poderoso, ante el más rico, ante el más justo, ante el más misericordioso. Ésta es una intercesión extremadamente delicada, por dos motivos fundamentales:
- Aquel ante quien intercedemos es alguien que tiene la solución para todos los problemas. No habría lugar para una intercesión si no supiésemos a quién recurrir, pero hay alguien que puede intervenir hasta en los problemas que nos parecen más insolubles. Dios es el destinatario adecuado, el mejor que podemos escoger para dirigirle nuestra intercesión.
- Pero al mismo tiempo, pretendemos llegar ante Dios y moverlo a actuar. No se trata de interceder ante un hombre, ni siquiera ante el hombre más poderoso de la tierra, sino ante el Dios del Universo, terrible y sublime. ¿Quién nos llevará hasta su trono? Jesucristo, Hijo de Dios e Hijo de hombre, es el único intercesor verdadero, el único adecuado para interceder ante Dios Padre. Los cristianos, en la medida en que vivimos en Cristo, podemos también compartir su ministerio de intercesión. La misión es urgente y vital. ¡Se necesitan intercesores!
En estos temas queremos profundizar en los misterios de la intercesión para ayudar a que en la Iglesia haya más y mejores intercesores con Cristo.
2. INTENCIONES POR LAS QUE INTERCEDER ESTA SEMANA
Palabra profética: Orad por mis elegidos. Orad por los que he llamado y sólo me han seguido exteriormente, porque su mente y su corazón no están conmigo.
3. RESPUESTAS A LA INTERCESIÓN - PALABRA PROFÉTICA.
Antes de presentar esta página sobre intercesión hemos estado orando durante bastante tiempo. Creemos que el Señor nos ha inspirado lo siguiente:
Visión de una pantalla de ordenador, en cuya parte superior esta escrita la palabra INTERCESIÓN. Al pedir interpretación entendemos que es el trabajo que el Señor quiere que hagamos en internet además de la página de ADORACIÓN (15.06.00).
Sólo desde la fe y poniendo en marcha toda vuestra fe podréis llevar a cabo esta misión (29.06.01).
Pidiendo luz al Señor para que nos dé a conocer sus planes para esta página de intercesión, de nuevo hay visión de una pantalla de ordenador en la que se lee esta frase: Mucha gloria me vais a dar con ella (15.02.01).
De nuevo una visión en la pantalla de ordenador. Es el Maligno que dice: ¿De nuevo me vais a presentar batalla? Yo también estoy preparado. ¿No es suficiente con la página de adoración?
Luego en medio de un gran resplandor llegan estas palabras al corazón: No temáis. He estado con vosotros y seguiré estando todos los días (1.03.01).
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